ph. noegold._
De repente, una forma dice algo silenciosamente. En un momento inesperado, una señal de lo vivo se revela en la materia inerte. O unos fragmentos de pasado reunidos caprichosamente, de pronto, parecen cargadísimos de sentido.
Un breve instante en el que todo parece tener sentido, un sentido muy simple, evidente y al alcance de la mano. Un instante evanescente pasa como un suspiro y se disuelve, dejándonos confusos, con una euforia serena y callada, como suspendidos en el aire, nuevamente abandonados a la intemperie.