Statement

Pintar

1.
Es necesario que en el principio no haya nada. No ideas ni palabras, que el comienzo sea materia pura, sustancia cruda que se va cocinando a fuego lento. Manchar la tela sin plan, tirar indiscriminadamente y en algún punto frenar y empezar a reconstruir; ver qué ofrecen esas ruinas y desmalezar, tapar, agregar, reconstruir.
Entrar a la tela en ascuas, más con ansias que con ideas, y que todo lo que pasa en la búsqueda quede ahí como testimonio.
No hay un plan de la pintura, la pintura es el plan. La pintura es el camino para llegar a la pintura.

2.
Pintar es irse a otro lugar donde la materia es más flexible y el tiempo transcurre distinto, su flujo se siente como una danza, se habita completo.
Las cosas de ese mundo son la rugosidad de la tela, el carácter de la línea, la intensidad del color, el agua que disuelve.
Y después estar un poco allá y un poco acá, un momento anfibio en el que uno trabaja obsesivamente sobre ese cuerpo para traerlo para este lado, tracciona para que aquello se transforme en una cosa de este mundo.

3.
Se pinta siempre por la misma razón, para buscar refugio: uno se va a su caverna a esconderse de las fieras y a tratar de respirar. Entrás y se abre una ventana a la intemperie, a la intemperie siempre se sale por una ventana. En ese lugar, a veces, existe la certeza absoluta, casi da pudor reconocerlo.
Después volvés y están las pinturas. Las pinturas son lo que sobra del pintar. No es que estén mal, pobres, es que son como el aroma del café. Abrís el paquete, te inunda ese aroma, lo preparás y llena el aire. Después, cuando te lo tomás, siempre sabe a poco, nunca está del todo lo que había en el perfume, lo que te tomás es su rastro, lo que quedó.

4.
El fruto de la experiencia, el producto  material de un suceso, la memoria de un acto. El bendito resultado. El peso de esas cosas que se amontonan.

5.
Las pinturas, los dibujos, son el campo de batalla de un combate perdido, su testimonio. Lo bueno no es tanto que se produzca esa materia excedente como que es gracias a esas derrotas y a la perseverancia de esos conflictos que sigue habiendo batallas nuevas.

6.
Ese lugar que es la pintura tiene sonidos pero no palabras. No se puede hablar de la pintura, se puede hablar de lo que pasa cuando uno pinta. Escribir puede servir para contar cómo es ese lugar a dónde uno se va. Pintar es irse, escribir es volver.