Música

09-75x150

Sin título, de la serie Música, 2012. Óleo y grafito sobre tela. 75 x 150 cm.
Exhibida en Ahora que hablen ellas, muestra colectiva de Efron, Kuperman, Rodrigo, Walfisch, Wolfsohn, Espacio cultural Marcó del Pont, 2012.

10-180x280

Sin título, de la serie Música, 2012. Óleo y grafito sobre tela suelta (sin montar en bastidor). 180 x 280 cm.
Exhibida en Ahora que hablen ellas, muestra colectiva de Efron, Kuperman, Rodrigo, Walfisch, Wolfsohn, Espacio cultural Marcó del Pont, 2012.

11-100x150

Entro sin nombres, de la serie Música, 2012. Óleo y grafito sobre tela. 100 x 150 cm

12-100x130

Sin título, de la serie Música, 2013. Óleo y grafito sobre tela. 100 x 130 cm

13-100x100

Sin título, de la serie Música, 2013. Óleo y grafito sobre tela. 100 x 100 cm.

algo-como-sus-oros---120x130cm

Sin título, de la serie Música, 2013. Óleo y grafito sobre tela. 120 x 130 cm.

 

(…) todas las artes aspiran a la condición de la música, que no es otra que forma. La música, los estados de felicidad, la mitología, las caras trabajadas por el tiempo, ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo, o algo dijeron que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo; esta inminencia de una revelación que no se produce, es, quizás, el hecho estético.

J. L. Borges «La muralla y los libros» Otras inquisiciones.

(…) El más iluminado poeta o el narrador más zigzagueante podrán inventar y recitar de improviso palabras encadenadas e hipnóticas que sonarán como música, tanto que a quienes escuchen les importará poco el sentido, o mejor dicho, lo captarán sin esfuerzo y sin tener que pensar en él antes de aprehenderlo o de ser absorbidos, todo será simultáneo y todo uno, aunque tal vez luego, acabada la música, esos oyentes no serán capaces de repetirlo ni resumirlo, quizás ni siquiera de seguir comprendiendo lo que hacía un instante comprendían tan bien mientras se sentían mecidos y les duraba el encantamiento, con tanta ligereza en sus mentes como en sus oídos, con la misma permeabilidad en ambos. (…)

Javier Marías. Tu rostro mañana.